miércoles, 4 de marzo de 2015

El Ministerio del Tiempo

Por Ramón Ruestes Faire 


El tiempo de la ficción española
Cabe decir que no acostumbro a comentar una serie o película sin que se desarrolle la temporada entera, pero el estreno de El Ministerio del Tiempo creo que vale la pena de comentar. Me declaro un seguidor o fanático del Doctor Who (1963 – 1989, 2005 – actualidad), serie que supongo que más de uno ya conoceréis. Como un whovian más, el estreno de una serie española cuya trama principal se centra en los viajes en el tiempo llamó mi atención en su momento. Las comparativas previas al estreno de El Ministerio del Tiempo eran muchas, los rasgos en común o similitudes o las diferencias entre ambas. Visto el estreno, cabe decir que poco tiene que ver la una con la otra, más allá de ser ficción con el tiempo como temática principal.

El planteamiento es interesante, El Ministerio del Tiempo es un programa secreto del Gobierno español para salvaguardar la historia. Los miembros del Ministerio, identificados como funcionarios, desempeñan tal importante tarea a través de viajes en el tiempo, mediante un conjunto de puertas que tienen la habilidad de trasladar a los que osan cruzarlas a momentos y lugares concretos en la historia. Con la infraestructura presentada, cabe decir que no recuerdo nada igual. Dentro de una mente de seriéfilo, en el piloto recordé ligeramente series como Torchwood (2006 – 2011) o incluso el Almacén 13 (2009 – 2014), aunque las similitudes son muy superficiales.

La década de oro de la ficción española

Siguiendo con la idea original de la nueva serie de TVE, me gustaría romper una lanza a favor de la historia de España. Soy el primero que me emocioné viendo a Van Gogh o al mismísimo Churchill en el Doctor Who. La ficción española hasta la actualidad siempre había sido segundo plato para muchas televisiones o incluso para la mente de muchos espectadores, entre los que me incluyo. Las historias de Alemania, Inglaterra o la de Estados Unidos han invadido nuestras pantallas hasta la saciedad y han contribuido a dejar la historia de España, la cual no tiene nada que envidiar a las citadas, en un segundo plano. Cabe decir que hace unos años que las series de época españolas se han hecho un hueco en la pequeña pantalla, destacando Águila Roja (2009 – actualidad), la aclamada Isabel (2012 – 2014) o Velvet (2014 – actualidad).

Dejando de banda la ficción más histórica de nuestro país, la ficción en general también está cambiando. Grandes éxitos de producción propia han pasado en los últimos tiempos por nuestras pantallas, o incluso algunas aún están presentes en ellas. Así tenemos la exitosa El príncipe (2014 – actualidad), la recién estrenada Bajo sospecha (2015 – actualidad) o la miniserie Los nuestros (2015 – actualidad). El panorama de ficción española es mucho más rico que las citadas, aunque la calidad de estas es una buena muestra de que la producción nacional está tomando fuerza, y eso es una fabulosa noticia. Desde mi punto de vista, El Ministerio del Tiempo está llamado a ser la culminación del auge que está viviendo la ficción española.


De Jaime Blanch a Aura Garrido, un reparto envidiable

Volviendo a la producción de hoy, me gustaría seguir con el fabuloso reparto de El Ministerio del Tiempo. La serie está protagonizada por tres personajes, los cuales no tienen desperdicio. La cabeza del grupo es Aura Garrido. Actriz madrileña de 25 años, la descubrí con su fascinante papel en la fabulosa y acertadamente clamada El cuerpo (2012) y cuenta en su palmarés con dos premios Goya, una por Mejor Actriz Revelación por Planes para mañana (2012) y el otro por Mejor Interpretación femenina en Stockholm (2013). Una joven actriz con muchísimo potencial que encarna a Amelia Folch, una ilustrada universitaria del siglo XIX.

El brazo más ejecutor del trío es Alonso de Entrerrios, interpretado por Nacho Fresneda. El actor valenciano de 43 años es un habitual de la pequeña pantalla, tanto en el ámbito autonómico como en el ámbito estatal. Cabe destacar su participación en Hospital Central (2000 – 2012), Amar en tiempos revueltos (2005 – 2012) o la propia Isabel (2012 – 2014). En Catalunya también ha participado en la popular El cor de la ciutat (2000 – 2009) o Infidels (2009 – 2011). El actor valenciano interpreta a un soldado de élite nacido en el siglo XVI, combatiente en los Tercios de Flandes.

El trío se completa con Julián Martínez, un trabajador del Samur de Madrid. Julián está interpretado por Rodolfo Sancho, actor madrileño que participó en No habrá paz para los malvados (2011) o La habitación del niño (2006), entre muchas otras obras tanto en el cine como en el teatro o en la televisión.

Sin dejar de lado el resto de personajes más secundarios, me gustaría destacar también la participación de Jaime Blanch como Salvador Martí. Jaime Blanch es un actor madrileño de 74 años con una dilatada carrera tanto en la televisión como en el teatro o el cine. Sus participaciones en la televisión a lo largo de su carrera son casi imposibles de citar, solo por destacar algunos tenemos su participación en Amar es para siempre (2013 – actualidad), Un paso adelante (2002 – 2005) o la entrañable Médico de Familia (1995 – 2000). En el cine, ha participado en El día de la bestia (1995) o Acción mutante (1993), ambas dirigidas por el gran Álex de la Iglesia. El veterano actor interpreta al mandamás en el Ministerio, un personaje de carácter reservado con un tope misterioso.

Viendo el largo historial de Nacho Fresneda y Rodolfo Sancho y la joven perla Aura Garrido, los tres supervisados por Jaime Blanch, El Ministerio del Tiempo tiene un reparto preparado para el éxito.

En lo referente a los personajes, todos ellos tienen su propia personalidad, sus propias inquietudes o preocupaciones. Son personajes profundos, aunque la serie también hace uso de algunos guiños a los estereotipos españoles. Aunque la trama principal no se centra en ellos, su desarrollo en la serie será uno de los pilares de la ficción.


La caracterización de una época

Otro de los puntos fuertes de la ficción es, y tengo la certeza que será, la caracterización de los personajes. La ficción española ha demostrado en los últimos años que la vestimenta, el maquillaje o la peluquería en la pequeña pantalla no son un problema. Las anteriormente citadas Isabel o Velvet dan prueba de ello.

En El Ministerio del Tiempo, con los viajes temporales como eje central, la caracterización de cada época, de cada personaje, ha de ser clave. Dado el éxito consagrado en otras ficciones, no creo que este aspecto sea un inconveniente. Además, la adecuación en el vestuario o peluquería da un plus de belleza visual o incluso cultural a una ficción realmente interesante.

En busca de su propio destino

La estructura de la trama se establece episódica, aunque se mantiene una trama principal a lo largo de la temporada (o eso se desprende). Una estructura muy usada en la ficción y acertada desde mi punto de vista, aunque falta ver la profundidad o el carisma de los personajes que van a desarrollar dicha trama. Se presupone en un inicio a la polifacética Natalia Millán como la antagonista, aunque su papel como Lola Mendieta está por descubrir, y su carisma, intenciones o profundidad, o en su defecto la del antagonista de turno, van a determinar en gran parte el destino de la serie. El desarrollo de la trama principal, de sus personajes y el papel del antagonista determinará en gran parte si la serie se queda en una ficción entretenida o puede aspirar a algo más. Desde mi punto de vista, los ingredientes son los idóneos para desarrollar una gran ficción.

Un trato esencial

El trato en la emisión de una serie es indispensable para generar una buena aceptación en lo que audiencia se refiere. Cabe destacar el trato que le dio Cuatro a Homeland, respetando el horario y sin publicidad, únicamente 3 escasos anuncios ya anunciados. El trato de TVE con sus series es más sencillo, dado que no emiten publicidad. Un cambio de horario o más bien de día de emisión al principio, quizás por la competencia o por aprovechar la tirada del fútbol de ese día para lanzar la serie, es comprensible. Deseo y espero que la ficción se mantenga en horario y día para poder fidelizar a la audiencia, sin parones, con un episodio semanal y con su conclusión antes de la medianoche, hecho que se remarca durante su emisión. Será un punto de vista exigente, pero la televisión nacional nos ha dado escarmientos suficientes como para ir con pies de plomo con el trato de sus series.

Una obra por descubrir

En resumen, El Ministerio del Tiempo es una ambiciosa y atrevida ficción nacional, con todos los ingredientes para poder triunfar, una idea atractiva, un reparto excelente, una caracterización maravillosa, una trama acertada y un trato excelente. Un gran potencial para consagrarse como una de las series del año.


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